Columna de Jaime García Chávez
Diputado del Partido de la Revolución Democrática
Chihuahua, México.
Hoy nos presenta la prensa —de carne y hueso— al candidato Roberto Lara Rocha. Nos enteramos que aspiró a la carrera sacerdotal (soñó con ser Obispo y salvar gentes); empero, en el camino de la vida se decidió por el matrimonio y la política. Nada fuera de lo común en la vida de muchos jóvenes católicos.
Pero nunca es tarde. Esquilo recomendó, antes de la era cristiana:
“Mejor que una torre, un altar, que es un escudo indestructible”. A él puede llegar, no faltará orden religiosa que mediando su voto solemne lo admita a la vida monjil.
Sería un buen monje cartuja en la orden fundada por San Bruno hace ya cerca de mil años. No malgaste su vocación, sobre todo por el déficit que azota al catolicismo. Políticos hay muchos, religiosos de verdad pocos.
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