jueves, 23 de agosto de 2007

Espacio en Blanco


Columna Más Análisis
Por Sergio Armando López Castillo
Chihuahua, México


La desastrosa y penosa actuación de Miguelito Ramírez al frente de la Sección 42 del SNTE, antes y después del cobarde asesinato del a maestra masona Sonia Madrid Bojórquez, ha llegado a su clímax.

Tenía que ser.

La opacidad e inclusive las sospechas fundadas de malos manejos con los millonarios seguros de los miles de maestros del magisterio estatal, mucho antes de que la ultimada maestra Madrid lo descubriera, aun a costa de su propia vida, le hizo crisis al vival chaparrito.

No es casualidad que al fin, un grupo muy representativo del Comité Estatal de la Sección 42 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, se expresaran el día de ayer en contra de los manejos discrecionales que ha hecho en su gestión Ramírez Sánchez, al amparo de su “fuero” sindical.

Qué bien por esos profesores, todos miembros del propio comité seccional de Ramírez, que se armaron de valor, de dignidad y valentía, para hacerle frente a su secretario general, un hombre que tiene muchas cosas que explicar, tanto a sus agremiados, como a las autoridades ministeriales, por el lamentable deceso provocado de Sonia, entre otras cosas.

No lo que no a cabo de entender es el desinterés de la Procuraduría de Justicia del Estado, y por ende del propio gobernador, en ese sonado y artero hecho criminal que acabó con la vida de una profesionista ejemplar, porque me consta, una luchadora humanista e intelectual que buscaba acabar con corruptelas y arbitrariedades en su sindicato magisterial.

Sigue pendiente en la memoria de la familia sindical, en la propia de Sonia Madrid en la de muchos que seguimos el análisis de ese bochornoso asunto, aquella conclusión de la procuradora, en la que hizo gala de su investigación técnica y “científica” para dar con el responsable intelectual y cómplices del asesino material de la maestra Madrid, Faudoa Villegas.

Pues bien, siento que ahora es el momento de que ese cuadro gráfico presentado por Patricia González a los medios de comunicación hace unos meses, en el que quedó un espacio en blanco del retrato y nombre de “otro responsable” mayor del crimen, sea llenado…

Al gobernador podemos decirle que ya pasó el proceso electoral y ya no requiere de Ramírez Sánchez como aliado político. A Miguelito está por terminársele su periodo de dirigencia sindical, y la suplencia en la diputación plurinominal que le dieron, puede ser anulada con una buena decisión, al fin y al cabo no es producto del voto directo popular.

Y por supuesto, debe ser ampliamente investigado en materia penal, por el caso estremecedor del violento deceso de Sonia. Y que los maestros con pundonor y decencia se encarguen de destituirlo, si es posible antes de que concluya el cargo sindical.

Y a los maestros que con valor civil han exhibido, una vez más a Miguel Ramírez, que no quiten el dedo de ese torcido renglón que les atañe, de su dirigente.

Estoy seguro que desde algún ligar, Sonia Madrid Bojórquez se los agradecerá y tal vez entonces, pueda descansar realmente en paz.

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